lunes, 26 de julio de 2010
La unión perfecta
Lo último de Coca-Cola me ha gustado, y mucho... no por la pieza en sí, sino por lo que han conseguido.
En su última campaña "el chispazo", se han enfrentado al reto de unir dos formas de comunicar bastante diferentes: por un lado la suya y por otro la de Martini. Lo complicado del caso es que el chispazo va dirigido tanto a los consumidores de Martini como a los de Coca-Cola y por lo tanto era necesario hacer algo que pudiera llegar a los dos públicos.
A primera vista, las diferencias entre los dos estilos de comunicación son obvias, y unirlos o hacer algo que encaje a sus públicos puede parecer una tarea imposible, o al menos titánica. Pero la verdad es que lo han solucionado perfectamente, al menos a mi gusto.
El estilo de comunicación de Martini se basa en la fuerza de las imágenes y casi toda su comunicación busca la complicidad entre chico y chica (o mejor dicho chicas). No existe una narrativa propiamente dicha, las imágenes son las que transmiten todo.
En cambio, Coca-Cola utiliza y cuida mucho su narrativa. Las imágenes que utiliza son para reforzar esa narrativa. El peso y el protagonismo de sus piezas lo lleva la historia en sí misma.
El resultado es una campaña con una historia al más puro estilo Coca-Cola, pero con el componente de imágenes Martini, llegando así a dos públicos muy dispares y respetando sus códigos de comunicación... sencillamente genial.
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