¿Hasta dónde llegar?

Ayer, martes, MarketingNews publicaba una noticia sobre la última promoción de Smint. La noticia recogía un video explicativo-promocional de la agencia que había desarrollado la promoción y su campaña.



Mi primera reacción al verlo fue pensar: qué bien hecho, qué idea tan buena. Pero fueron pasando las horas, le iba dando vueltas a la cabeza y cada vez que volvía a pensarlo estaba más convencido: me parecía un abuso de confianza.

Estos señores han creado una historia para poder vender mejor una promoción, pero que, paradojas de la vida, al conocerse la verdad pierde todo su sentido ¿Porqué? Por que es falsa. Crean todo un mundo imaginario para vender originalidad cuando de original no tiene nada, ya que, en esencia, no es, no existe.

Me parece, además, una falta de respeto hacia el consumidor: esa persona que te quiere, te admira y te consume. Que juega limpio contigo y que incluso puede llegar a recomendarte.

A lo largo del vídeo comentan un par de veces que la historia les ha salido tan bien que hasta otras marcas han intentado contactar con stylr ("la veracidad de stylr era tal..."). Presumen, diciéndolo llanamente, del gol que están metiendo.

Y lo que me parece ya el culmen es que relacionan el espiritu de la campaña con los valores de la marca: Smint. Al final del video queda muy bonito decirlo, pero si lo piensas... Smint se atreve ¿Se atreve a qué, a mentir?

Supongo que es el eterno debate de hasta dónde se puede llegar, pero, a mi gusto, esta campaña de Smint cruza esa delgada línea que separa el sigan jugando del fuera de juego.