Hay cosas (servicios, prestaciones, etc.) que se han anunciado y comunicado de mil maneras. Se han usado mensajes y formatos diferentes, e incluso han pasado de venderse como un lujo a un standard.
Hay veces que sabes que lo QUE dices no tiene importancia: ha perdido esa chispa de novedad y relevancia que tenía el poder de hacer que la gente dejara lo que estuviera haciendo y te prestase un microsegundo de atención.
En ese momento, el CÓMO pasa a ser el protagonista. No hay que darle tanto protagonismo a lo QUE se dice, y sí, en cambio a CÓMO se dice. En definitiva, en esto consiste la publicidad.
El storytelling es una de esas herramientas que permiten contar lo mismo que otros, pero de una manera diferente y más atractiva, que, en definitiva, favorece la recordación y el top of mind. Consiste, simplemente, en contar una historia para llegar mejor a la gente... Pero ojo, el storytelling es una ciencia con grandes dosis de arte. Es como, por ejemplo, contar un chiste: hay gente que es mejor que ni lo intente.
Últimamente, Volkswagen se está conviertiendo en un maestro de este arte. Os dejo una de sus últimas piezas: una historia corriente y sencilla, pero a la vez dinámica, con cierto misterio y con la justa dossis de humor.
¿Qué os parece?
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